El miércoles 13 de mayo de 2009 se apaga una luz que ilumino y fue ejemplo para los compositores de Colombia, luz que apadrino y compartió sus enseñanzas con sus amigos cercanos con todas aquellas personas que se lo solicitaban y llegaban a pedir consejos del icono de la canción vallenata, icono que lamentablemente Valledupar y Colombia hoy se despide creando una sensación de profundo dolor, dejando un vacío que nadie ocupara y que por el contrario seguirá vivo en el pensamiento de muchos que lo consideraran su maestro, su guía, su ejemplo.
Rafael Escalona recibe luego de su muerte tributo de sus amigos, familiares, vecinos, de todas aquellas personas que lo conocían que lo admiraban; lo lloran y le hacen la ultima visita en la iglesia de la Concepción el 15 de mayo de 2009 sin la preocupación de su jornada laboral pues en Valledupar se declaro ese día como día cívico en honor al maestro.
Del maestro Escalona se recuerda que fue tomador y buen amigo, que su alegría la infundió en su canto, en su composición; alegría que a pesar de haber fallecido seguirá como un pensamiento, infundiéndose en el tiempo.
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